Los chadianos no se consideran personas optimistas. Pero el 11 de agosto de 1960, la alegría se desbordó entre los habitantes de este estado centroafricano. Ese día, el país proclamó su plena independencia. Al frente de ella sobresalía la figura de François Tombalbaye, un profesor sureño que acabó convirtiéndose en el primer jefe de Estado de Chad. Pero la alegría fue efímera. Desde sus más remotos orígenes, Chad ha sido un punto de encuentro entre los nómadas del norte y las poblaciones sedentarias del sur. Lugar de encuentro y de encarnizados enfrentamientos. Y nada cambió con la independencia.
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