"Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver". Amy Winehouse ha terminado por cumplir al pie de la letra con la famosa frase, atribuida popularmente a James Dean, aunque fue el actor John Derek el primero en decirla en 1949 en la película de Nicholas Ray y Humphrey Bogart Llamad a cualquier puerta. Y además lo ha hecho a la edad maldita de los 27 años, que le concede el extraño honor de pertenecer a lo que algunos han dado en llamar el Club de los 27, el grupo de jóvenes estrellas musicales que murieron a esa edad como Brian Jones, Jimi Hendrix, Jonis Joplin, Jim Morrison o Kurt Cobain.
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