Hace poco mas de un año los Gin Tonics me parecían una bebida de viejos,
no me gustaban nada, de hecho no me gustaba por separado ni la ginebra
ni la tónica. Un día fui a comer con Alicia y Germán, unos compañeros de
trabajo, al que posteriormente descubrí, es uno de los templos del Gin
Tonic en Madrid; “El Padre“.
Allí descubrí y me inicié en esta insuperanle bebida. Muy bien
aconsejado por Germán, mil gracias Ger, degusté un estupendo G’Vine con
Fever Tree. Desde ese día caí rendido a este elixir.
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